Homoparentalidad: finalmente un estudio científico
disponible
La
homoparentalidad no es igual que la paternidad fundada sobre el matrimonio
heterosexual. Un estudio fundamental revela que los niños adultos de padres
homosexuales y lesbianas sufren las consecuencias económicas y emocionales de
una manera mucho más negativa que los niños educados en familias biológicas
intactas.
La calidad
del estudio del Profesor Mark Regnerus, de la Universidad de Texas, subraya las
carencias de estudios más antiguos, sobre los cuales se apoyan los militantes
homosexuales para obtener un derecho al matrimonio y a la adopción para las
parejas homosexuales.
“La
pretensión empírica, según la cual no existiría ninguna diferencia importante
(entre paternidad homosexual y heterosexual) debe desaparecer, declaró el
Profesor Regnerus en su estudio publicado por la Social Science Research.
El estudio
completo del Profesor Regnerus se basa, por una parte, sobre un examen de aproximadamente
3000 adultos provenientes de ocho estructuras familiares diferentes, como sobre
la evaluación de 40 criterios sociales y emocionales. Concluye que los niños
que crecieron en familias biológicamente intactas son en general mejor educados;
tienen mejor salud mental y física; usan menos drogas; participan menos en
actividades criminales y se afirman más frecuentemente felices que los otros.
Los
resultados más negativos se refieren a niños procedentes de familias
monoparentales lesbianas. Estas conclusiones contradicen los estudios discutibles popularizados por
los medios de comunicación, según los cuales los niños se desarrollan tan bien,
o mejor, con madres lesbianas. El estudio del Profesor Regnerus muestra los
efectos negativos de este tipo de paternidad sobre 25 de los 40 criterios
seleccionados para sus investigaciones. Ella muestra que esos niños son más
frecuentemente víctimas de abusos sexuales (23% de los niños de madres
lesbianas han sido víctimas de abusos por un padre o un adulto, contra 2% entre
los niños de parejas casadas); tienen menos salud física; son sujetos más
frecuentemente a la depresión; usan más corrientemente mariguana; y están más
habitualmente sin empleo (69% de los niños de familias homoparentales lesbianas
dependen de ayudas sociales, contra 17% de los que proceden de parejas
casadas).
La pesquisa
del Profesor Regnerus desacredita un estudio del American Psychological
Association (APA) citado frecuentemente, según el cual “Ningún estudio ha
concluido que los niños de padres gay o lesbianas tengan cualquier desventaja
en relación a los niños de parejas heterosexuales”.
De modo
diverso que las investigaciones del Profesor Regnerus, los estudios anteriores
comparaban los niños de padres homosexuales a los niños de familias
recompuestas o de padres solos. Por lo demás, el Profesor no se apoya sino en
informaciones provenientes de los mismos niños y no sobre las dadas por sus
padres.
Un segundo
estudio reciente confirma que los estudios tan popularizados por la APA no son
fiables. Loren Marks, Profesor asociado a la Louisiana State University, ha
probado que los estudios de la APA se fundaban sobre un número de datos
limitados, y focalizaban los roles e identidades sexuales. Esos estudios no
tomarían en cuenta el examen del papel educativo de los padres sobre los niños;
la tasa de empleo de estos últimos, y los riesgos a que están expuestos en
relación a la droga, la criminalidad o el suicidio.
Esos
estudios de la APA, objeto de descrédito hoy, han sido utilizados para tratar
de influir en las decisiones jurídicas a nivel internacional. O sea son carentes
de veracidad científica
Las alegatos
de los “amicus curiae” en los casos E.B. contra France, ante la Corte Europea
de Derechos del Hombre, defendían el derecho de las parejas homosexuales a la
adopción basándose en los estudios de la APA, según los cuales desistiría
ninguna prueba científica que justifique un “trato diferenciado de las parejas
homosexuales que quieren adoptar, ya que (según los conocimientos de FIDH, ILGA
Europe, BAAF y APGL, lobbies gay y lesbianas europeos) todos los estudios
científicos reputados han probado que los niños de Padres gay o lesbianas no
son más susceptibles de sufrir problemas emocionales o de otros tipos, que los
niños de Padres heterosexuales”.
Lo cual se
ha demostrado es un error.
28 jun 2012
| por Acción Familia
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