CARTA QUE EL
ARZOBISPO DE LA PLATA, MONS. HÉCTOR AGUER, ENVIÓ AL DIARIO LA NACIÓN, Y NO
FUE PUBLICADA.
Uno de los símbolos arquetípicos de la decadencia cultural
argentina es, según mi opinión, el programa del señor Tinelli, aunque alcance
marcas altísimas en elrating de la vulgaridad. Soy consciente de la
impopularidad de mi afirmación, pero la necesidad de alertar se impone.
Entre otras “lindezas”, se presenta risueñamente en ese
espectáculo, la crónica actualizada, como si fuera lo más natural del mundo,
de la fornicación, el concubinato o el adulterio de los protagonistas del
mundo de la farándula. Aunque suene odioso, o parezca démodé, tengo que
sentenciar: es un mal ejemplo; todo de una impudicia desvergonzada. Quizá
alguien podría sugerirle al poderoso animador que, por lo menos, no repita
continuamente la frase “por Dios...”, aunque para él no signifique nada.
Pienso en el segundo mandamiento de la ley judía y cristiana: “No
pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin
castigo al que lo pronuncie en vano” (Deuteronomio 5, 11). Dios no tiene nada
que ver con lo que allí se muestra.
Héctor Aguer - DNI
4.415.937
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