Los ateos marxistas, Anti-Dios y
anti-Patria que están perpetrados en el poder con disfraz de diputados,
pretenden subvertir el orden familiar y sus tradiciones, pilar de nuestra
Nación, quieren con esos discursos maniqueos desterrar todo valor fundado en
DIOS Y EN SU SANTOS EVANGELIOS destruyendo así la familia como educadora y
rectora de toda sociedad y a ESCONDIDAS DE LA MISMA VOTAN LEYES ARBITRARIAS E
INJUSTAS que solo satisfacen a minorías progresistas que responden a intereses
extranjeros que van socavando y deformando cada vez más los valores morales,
sociales y culturales en los cuales nuestra patria fue fundada. Esta gente que
bajo un individualismo feroz y una extraña idea de elegir a la muerte como
respuesta de ciertos temas sensibles a tratar, no dudan y arremeten con leyes
que solo beneficia a unos pocos, mientras la mayoría de las personas se
desangran en una tragedia de decadencia moral espiritual y social. La
deformación de la familia, los falsos valores, el mal trato, la ignominia y la
apología del mal gusto, están a la vuelta de la esquina y pareciera que ya no
hay vuelta atrás mientras tanto tengamos como gobernantes personas que no están
a favor de los intereses del bien común, sino de intereses mezquinos con olor a
entrega y traición. Raza de víboras saben muy bien distribuir veneno.
Ya es tiempo de sacarse la venda
del escepticismo y de la falsa esperanza de una Nación soberana y
económicamente viable, porque una Patria que pierde los valores religiosos,
morales y culturales, atenta contra su propia integridad y solo servirá para
corresponder a intereses extranjeros, mientras un pueblo ignorante e ingenuo
cae precipitadamente hacia la más profunda y decadente crisis moral de su
historia.
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