¿QUÉ ES UNA “MUJER ORIGINARIA”?
Por Emilio Nazar Kasbo
Mucho se habla de la “mujer originaria”, como si existiese en América una
“raza pura” sin mezcla alguna, y que además se encuentra desprovista de todo
acceso a la dignidad humana y a los avances científicos del mundo. ¿Es esto una
“mujer originaria”? El indigenismo está lleno de gente que no vive sin la
actual tecnología, o que quiere vivir usando los avances tecnológicos... pura
incoherencia. Cuidado: lo que se reivindica en realidad es una posición
teológica, no una forma de vida ni una economía o lo sano de una cultura.
¿QUIÉN ES “MUJER ORIGINARIA”?
¿Qué es lo que reivindican quienes hablan de la “mujer originaria”? Ellos
usan celulares, tienen acceso a vehículos y a toda la tecnología para difundir
sus ideas en Internet ¿De qué reivindicación hablan, si con su ejemplo dicen
otra cosa?
¿Creen que la “mujer originaria” es prácticamente un simio algo
evolucionado que no usa indumentaria alguna y que en ese estado puede ser
objeto de tantas violaciones como varones estén a su alrededor? ¿La “mujer
originaria” es la ona, la yamán, la patagónica, la araucana, la diaguita, la
toba o la guaraní, por sólo dar algunos ejemplos? ¿Son todas entonces? ¿Eran
todas iguales?
Cuando llegaron los Jesuitas a las selvas del Chaco amazónico, encontraron
a los guaraníes viviendo sin techo y en una tal promiscuidad que su propia raza
estaba siendo degradada. Fueron los Jesuitas de San Ignacio de Loyola quienes
trajeron el Evangelio a estas tierras, quienes dieron techo a aquellos que no
lo tenían, y vistieron a los desnudos, logrando un progreso más espiritual que
material, en que llegaron a competir con Europa en su cultura, economía y
desarrollo.
AMÉRICA ES MESTIZA
Pero la naturaleza americana, en el aspecto de su identidad, es mestiza,
tal como lo enseña el Dr. Alberto Caturelli. De modo que no puede hablarse de
la “mujer originaria” sin hablar de su mestizaje, e incluso de sus más remotas
raíces hispanolusitana con algunos negros africanos esclavos que introdujeron los
portugueses e ingleses. Luego vino la inmigración, que trajo aparejado otro
tipo de mestizaje, ya sea con italianos, griegos, pocos ingleses y alemanes,
rusos, a fines del Siglo XIX impulsados por el sionismo los judíos, y a
principios del S. XX los oprimidos por el régimen otomano, armenios y
siriolibaneses. Finalmente ya a finales del Siglo XX y comienzos del Siglo XXI,
se cuenta con la inmigración de países limítrofes y de Perú, junto con la
inmigración del lejano oriente asiático y la actual de raza africana. Todos en
Argentina han sido bien recibidos, y a la Argentina deben la hospitalidad y el
respeto principal a su origen, raíz y esencia, que es la Fe Católica, el idioma
castizo y el honor patriótico que este país hospedante ofrece a quien quiera pisar
el suelo para convertirse en otro militante de Cristo Rey en la Iglesia
Católica.
Fue Inglaterra la que cometió un gran genocidio al concretar masacres en
masa para ganar territorios al colonizar (convertir en colonia, algo que la
América Hispana jamás fue). Por eso en Estados Unidos solamente hay reducciones
indígenas que son usadas además como marketing, y prácticamente no hay mestizos
fruto de la mezcla entre británicos (que sí eran racistas) con aborígenes. Pero
de eso no se habla. América Latina es mestiza, porque no hubo el tal genocidio
que muchos acusan, mientras los prehispánicos involucraron un Imperio que
aplastaba aniquilando a los anteriores en un juego de fuerzas.
Por eso, quienes hablan de la “mujer originaria” sólo pretenden reivindicar
el paganismo prehispánico, una sociedad donde el mismo demonio reinaba en las
relaciones sociales, que se convertían en antihumanas, y un repudio al Amor de
Jesucristo que los misioneros trajeron. Lamentablemente, la “mujer originaria”
hoy representa a una mujer carente de amor, convertida en un objeto en el marco
de una sociedad no cristiana, y que incluso llegaban a ofrecer a sus propios
hijos en sacrificio a los demonios a quienes ofrecían culto.
¿Se reivindica la dignidad de la mujer, con esa reivindicación a la “mujer
originaria”? De ninguna manera. Lo que se reivindica es su sojuzgamiento, fruto
de que no sea reconocida como hija de Dios, conforme el mensaje del Evangelio.
Precisamente, esa reivindicación a la “mujer originaria” es la misma que pretenden
las feministas. No podemos distinguir un feminismo bueno de uno malo, ni un
feminismo atenuado de uno exacerbado o “ultrafeminismo”, ya que todo ese
movimiento tiene un mismo fin: el tránsito de lo sutil a lo explícitamente
satánico en odio a Dios en el marco de un aquelarre, porque se trata de una
mujer desbocada que no sabe hacia dónde se dirige y que echa culpas a diestra y
siniestra sin control alguno.
INCOHERENCIA
Mientras tanto, un grupo pretende juntar llaves para fundirlas y realizar
una escultura de 10 metros de altura construyendo el “Monumento a la Mujer
Originaria (MMO)”, para lo cual recorrerán las Provincias con su propaganda en
favor de la indignidad de la mujer. Esa escultura está siendo construida en el
denominado “galpón MMO” ubicado en el predio de la ex-ESMA (ex centro formativo
de la Armada Argentina).
Vivimos en la Argentina del Siglo XXI. Sí, ya en las ciudades no hay
abastecimiento de gas, de luz, y por tanto de agua, no hay servicios básicos…
nos estamos acercando al modelo “originario” que pretenden estos grupos… Pero
al parecer la gente no lo avala, sino que protesta ¿será que no quieren vivir
como “originarios”?
Hablar de “mujer originaria” no es más que una forma de racismo que atenta
contra aquellos mismos que sostienen esas ideas de modo indirecto, porque
ninguno que reivindica a la “mujer originaria” vive como “mujer originaria”, y
quienes viven como “mujer originaria” buscan salir de su situación al
compararse con los demás ¿Qué están reivindicando?
Fuente;
2 comentarios:
http://lapuertaangosta.blogspot.com.ar/2008/03/el-muchacho-indio-que-fue-enterrado.html
Gracias anónimo del 4-4-15 por su aporte.
Esa es una muestra más de la "maravillosa" cultura indigena que el lobby indigenista y anticristiano defiende y justifica.
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