¡ Viva Cristo Rey !

Tuyo es el Reino, Tuyo el Poder y la Gloria, por siempre Señor.
Cristo, Señor del Cielo y de la TIERRA, Rey de gobiernos y naciones

24 ene 2014

Familia, cuna de civilizaciones



 Dios puso en el corazón del hombre y de la mujer, como instinto innato, el amor conyugal, el amor paterno y materno, el amor filial.



Al estudiar el nacimiento de las civilizaciones, siempre nos deparamos en su origen con una familia o grupo de familias “incluso en las más remotas eras de la historia” y constatamos que un recto desarrollo civilizatorio depende de la buena constitución de la sociedad familiar

Familia, base del Estado
Sin la familia, no sólo no se formarían las ciudades, sino que las civilizaciones no se desarrollarían, una vez que éstas no se sustentan sin la institución familiar, del mismo modo que un árbol no se sustenta sin sus raíces.
“La Ciudad Antigua”, es el título del famoso libro del historiador francés, Fustel de Coulanges (1830-1889), profesor de Historia Medieval en la Sorbonne (Francia). En esa obra, el autor demuestra que en la antigua Grecia, así como en la Italia de la civilización romana, después de un desarrollo natural, las ciudades y después los Estados, nacieron de la sociedad familiar, confirmando la tesis de que la familia es anterior al Estado.
Ese ilustre autor, después de constatar que, en el mundo antiguo, las personas se reunían en torno del paterfamilias ( autoridad venerable que podría ser un padre de familia o un jefe de clan familiar) pasa a describir como las familias dieron origen a las tribus, a las ciudades y a las naciones:
“Cada fratria o Cúria [en la Grecia antigua, cada uno de los grupos en que se subdividían las tribus atenienses denominábase fratria, y entre los romanos, cúria ] tenía un jefe fratriarca o curión, cuya principal función era la presidir los sacrificios, tal vez. originariamente sus atribuciones hubiesen sido más amplias. La fratria reuníase en asambleas donde tomaba sus deliberaciones y podía promulgar decretos. En la fratria como en la familia, había un dios, un culto, un sacerdocio, una justicia, un gobierno. Era una pequeña sociedad modelada exactamente sobre la familia.
“La asociación continuó naturalmente creciendo y según el mismo sistema. Muchas cúrias o fratrias se agruparon y formaron una tribu.

La Familia según Pío XII
La ciudad medieval de Carcassonne, Francia
“Precisamente por que [la familia] es el elemento orgánico de la sociedad, todo atentado perpetrado contra ella es un atentado contra la humanidad. Dios puso en el corazón del hombre y de la mujer, como instinto innato, el amor conyugal, el amor paterno y materno, el amor filial. Por consiguiente, querer arrancar y paralizar este triple amor es una profanación que por sí horroriza y lleva a la ruina la patria y la humanidad”.
(Pio XII, Alocución Aurions-nous pu, 20-9-1949).
“La tribu, como la fratria, tenía asambleas y promulgaba decretos, alos cuales todos sus miembros debían someterse. Tenía un tribunal y un derecho de justicia sobre sus miembros. Tenía un jefe, tribunus, phylobasileus.

El nacimiento de las ciudades
“La tribu, como la familia y la fratria se constituyó para ser un cuerpo independiente, ya que ella tenía culto especial del cual el extranjero era excluido, Una vez formada ninguna nueva familia podía ser en ella admitida, Dos tribus en modo alguno podían fundirse en una sola; su religión a esto se oponía. Pero así como muchas fratrias se habían reunido en una tribu, muchas tribus pudieron asociarse entre sí, con la condición de que el culto de cada una de ellas fuese respetado. El día en que se hizo esta alianza nación la cuidad.
“Poco importa buscar la causa que determinó la unión de muchas tribus vecinas. La unión fue voluntaria, ya impuesta por la fuerza superior de una tribu, o por la voluntad poderosa de un hombre. Lo que es cierto es que el vínculo de la nueva asociación fue todavía un culto. Las tribus que se agruparon para formar una ciudad no dejaron nunca de encender un fuego sagrado y de instituir una religión común.
“Así la sociedad humana, en esta raza, no creció a la manera de un círculo, que se alargase poco a poco, avanzando progresivamente. Son por el contrario pequeños grupos, que hace mucho tiempo constituidos, se juntaron unos a los otros. Muchas familia formaron la fratria, muchas fratrias la tribu, y muchas tribus la cuidad. Familia, fratria, tribu, ciudad, son por lo tanto sociedades perfectamente semejantes entre sí y nacidas unas de las otras, a través de una serie de federaciones.

Alteridad y no masificación
“Es necesario incluso notar que, a medida que estos diferentes grupos se asociaban así entre ellos, ninguno perdía entretanto ni su individualidad, ni su independencia. Si bien que muchas familias se reunieron en una sola fratria, cada una de ellas manteníase constituida como en la época de su aislamiento; nada mudaba en ella, ni su culto, ni su sacerdocio, ni su derecho de propiedad, ni su justicia interna. A continuación asociábanse las cúrias, pero cada una continuaba teniendo su culto, sus reuniones. sus fiestas, su jefe. De la tribu se pasó a la ciudad, pero las tribus no fueron por ese motivo disueltas, y cada una de ellas continuó formando un cuerpo, casi como si la ciudad no existiese. [...]
“Así la ciudad no es una agrupación de individuos, sino una confederación de muchos grupos ya anteriormente constituidos, y que la ciudad deja subsistir. Se ve en los oradores áticos, que cada ateniense hace parte al mismo tiempo de cuatro sociedades distintas: es miembro de una familia, de una fratria, de una tribu y de una ciudad”. *

* La Cité Antique, Librairie Hachette, Paris 1957, Libro III, pp. 134-135 y 143-145
Extractado de Catolicismo 628 – Abril 2003

14 ene 2014

EL INDIGENISMO I



¿QUÉ ES UNA “MUJER ORIGINARIA”?



Por Emilio Nazar Kasbo

Mucho se habla de la “mujer originaria”, como si existiese en América una “raza pura” sin mezcla alguna, y que además se encuentra desprovista de todo acceso a la dignidad humana y a los avances científicos del mundo. ¿Es esto una “mujer originaria”? El indigenismo está lleno de gente que no vive sin la actual tecnología, o que quiere vivir usando los avances tecnológicos... pura incoherencia. Cuidado: lo que se reivindica en realidad es una posición teológica, no una forma de vida ni una economía o lo sano de una cultura.

¿QUIÉN ES “MUJER ORIGINARIA”?
¿Qué es lo que reivindican quienes hablan de la “mujer originaria”? Ellos usan celulares, tienen acceso a vehículos y a toda la tecnología para difundir sus ideas en Internet ¿De qué reivindicación hablan, si con su ejemplo dicen otra cosa?
¿Creen que la “mujer originaria” es prácticamente un simio algo evolucionado que no usa indumentaria alguna y que en ese estado puede ser objeto de tantas violaciones como varones estén a su alrededor? ¿La “mujer originaria” es la ona, la yamán, la patagónica, la araucana, la diaguita, la toba o la guaraní, por sólo dar algunos ejemplos? ¿Son todas entonces? ¿Eran todas iguales?
Cuando llegaron los Jesuitas a las selvas del Chaco amazónico, encontraron a los guaraníes viviendo sin techo y en una tal promiscuidad que su propia raza estaba siendo degradada. Fueron los Jesuitas de San Ignacio de Loyola quienes trajeron el Evangelio a estas tierras, quienes dieron techo a aquellos que no lo tenían, y vistieron a los desnudos, logrando un progreso más espiritual que material, en que llegaron a competir con Europa en su cultura, economía y desarrollo.

AMÉRICA ES MESTIZA
Pero la naturaleza americana, en el aspecto de su identidad, es mestiza, tal como lo enseña el Dr. Alberto Caturelli. De modo que no puede hablarse de la “mujer originaria” sin hablar de su mestizaje, e incluso de sus más remotas raíces hispanolusitana con algunos negros africanos esclavos que introdujeron los portugueses e ingleses. Luego vino la inmigración, que trajo aparejado otro tipo de mestizaje, ya sea con italianos, griegos, pocos ingleses y alemanes, rusos, a fines del Siglo XIX impulsados por el sionismo los judíos, y a principios del S. XX los oprimidos por el régimen otomano, armenios y siriolibaneses. Finalmente ya a finales del Siglo XX y comienzos del Siglo XXI, se cuenta con la inmigración de países limítrofes y de Perú, junto con la inmigración del lejano oriente asiático y la actual de raza africana. Todos en Argentina han sido bien recibidos, y a la Argentina deben la hospitalidad y el respeto principal a su origen, raíz y esencia, que es la Fe Católica, el idioma castizo y el honor patriótico que este país hospedante ofrece a quien quiera pisar el suelo para convertirse en otro militante de Cristo Rey en la Iglesia Católica.
Fue Inglaterra la que cometió un gran genocidio al concretar masacres en masa para ganar territorios al colonizar (convertir en colonia, algo que la América Hispana jamás fue). Por eso en Estados Unidos solamente hay reducciones indígenas que son usadas además como marketing, y prácticamente no hay mestizos fruto de la mezcla entre británicos (que sí eran racistas) con aborígenes. Pero de eso no se habla. América Latina es mestiza, porque no hubo el tal genocidio que muchos acusan, mientras los prehispánicos involucraron un Imperio que aplastaba aniquilando a los anteriores en un juego de fuerzas.
Por eso, quienes hablan de la “mujer originaria” sólo pretenden reivindicar el paganismo prehispánico, una sociedad donde el mismo demonio reinaba en las relaciones sociales, que se convertían en antihumanas, y un repudio al Amor de Jesucristo que los misioneros trajeron. Lamentablemente, la “mujer originaria” hoy representa a una mujer carente de amor, convertida en un objeto en el marco de una sociedad no cristiana, y que incluso llegaban a ofrecer a sus propios hijos en sacrificio a los demonios a quienes ofrecían culto.
¿Se reivindica la dignidad de la mujer, con esa reivindicación a la “mujer originaria”? De ninguna manera. Lo que se reivindica es su sojuzgamiento, fruto de que no sea reconocida como hija de Dios, conforme el mensaje del Evangelio. Precisamente, esa reivindicación a la “mujer originaria” es la misma que pretenden las feministas. No podemos distinguir un feminismo bueno de uno malo, ni un feminismo atenuado de uno exacerbado o “ultrafeminismo”, ya que todo ese movimiento tiene un mismo fin: el tránsito de lo sutil a lo explícitamente satánico en odio a Dios en el marco de un aquelarre, porque se trata de una mujer desbocada que no sabe hacia dónde se dirige y que echa culpas a diestra y siniestra sin control alguno.

INCOHERENCIA
Mientras tanto, un grupo pretende juntar llaves para fundirlas y realizar una escultura de 10 metros de altura construyendo el “Monumento a la Mujer Originaria (MMO)”, para lo cual recorrerán las Provincias con su propaganda en favor de la indignidad de la mujer. Esa escultura está siendo construida en el denominado “galpón MMO” ubicado en el predio de la ex-ESMA (ex centro formativo de la Armada Argentina).
Vivimos en la Argentina del Siglo XXI. Sí, ya en las ciudades no hay abastecimiento de gas, de luz, y por tanto de agua, no hay servicios básicos… nos estamos acercando al modelo “originario” que pretenden estos grupos… Pero al parecer la gente no lo avala, sino que protesta ¿será que no quieren vivir como “originarios”?

Hablar de “mujer originaria” no es más que una forma de racismo que atenta contra aquellos mismos que sostienen esas ideas de modo indirecto, porque ninguno que reivindica a la “mujer originaria” vive como “mujer originaria”, y quienes viven como “mujer originaria” buscan salir de su situación al compararse con los demás ¿Qué están reivindicando?

Fuente;