¿Por qué Dios estableció desigualdades en la sociedad?
Jesús y la mujer adúltera
“Si Jesús ha
sido bueno con los extraviados y los pecadores, no ha sido para aceptar sus
convicciones erróneas, por muy sinceras que fueran; El les ha amado a todos
para instruirlos y para salvarlos. Si ha acogido a los que penan y sufren para
aliviarlos, no ha sido para predicarles el deseo de una igualdad quimérica. Si
ha levantado a los humildes, no fue para inspirarles el sentimiento de una dignidad
independiente y rebelde a la obediencia”. San Pío X, Acta Apostolicae Sedis,
vol. II, nr. 16, 31-8-1910, p. 611.
La Reina Santa Isabel se quedó viuda
siendo aún joven y dedicó su riqueza a los pobres, construyendo
hospitales. A partir de su canonización en 1236 se convirtió en un
símbolo de la caridad cristiana para toda Europa
Los
medievales vieron las desigualdades que existen en la naturaleza como una causa
de unidad, no de división en la sociedad. Su enfoque realista estaba lejos de
la mentalidad individualista del mundo moderno, que sostiene que cada individuo
es un ser que se construye a sí mismo (self-made man) y un ser autónomo en
competencia con los demás.
La
explicación del teólogo Ralph de Acton es típica de la concepción medieval:
“Dios podría haber hecho todos los hombres fuertes, sabios y ricos, pero no
quiso hacerlo. Deseó en cambio que algunos hombres deben ser fuertes, otros
débiles; estos sabios, aquellos necios; estos ricos y otros pobres. Porque si
todos fueran fuertes, sabios y ricos, no tendrían necesidad de otras
personas”.
El
Dominicano Giordano de Pisa, predicando en Florencia en 1304, sugiere que
incluso los ricos necesitan a los pobres ya que por su generosidad los ricos
“podrían ganar la vida eterna por medio de ellos” (Diana Wood, Medieval
Economic Thought, Cambridge University Press, 2002, p . 43).