¡ Viva Cristo Rey !

Tuyo es el Reino, Tuyo el Poder y la Gloria, por siempre Señor.
Cristo, Señor del Cielo y de la TIERRA, Rey de gobiernos y naciones

18 feb 2019

Elevando a los animales, rebajando a los hombres

Los animales comienzan a reemplazar a los hijos que no se quiso tener

Una equiparación, o aún preferencia por el animal en relación al hombre constituye un rebajamiento irracional e inconcebible de la naturaleza humana, ya que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.
Poseer animales domésticos y tratarlos bien es una costumbre inmemorial, sobre todo tratándose de perros. Es claro que no se debe someterlos a sufrimientos sin razón proporcionada. Nadie es contrario a eso.
Una cosa es el buen trato a los animales, otra tratarlos como humanos
Los animales comienzan a reemplazar a los hijos que no se quiso tener
Sin embargo, una moda inducida e irracional ha llevado a mucha gente a colocar a los animales en un nivel superior al de los humanos, lo que es desbordar el sentido común, pudiendo llegar a ser pecaminoso, pues contraría la jerarquía establecida por Dios en la Creación.
La Sagrada Escritura es muy clara al respecto. Dios dijo al primer matrimonio: “Llenad la tierra y sometedla. Dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los animales que se arrastran sobre la tierra”. (Gen. 1,28).
Además, el Catecismo de la Iglesia Católica, promulgado por Juan Pablo II, determina:
“Dios confió los animales al gobierno de aquel que fue criado a Su imagen (el hombre). Es, por lo tanto, legítimo que nos sirvamos de los animales para la alimentación y para la confección del vestuario.
“Podemos domesticarlos para que sirvan al hombre en sus trabajos y descanso. Los experimentaciones médicas y científicas con animales son prácticas moralmente admisibles, si no traspasan los límites de lo razonable y contribuyan para curar o ahorrar vidas humanas” (2417).
* * *
Niños y animales en el mismo nivel
Sin embargo, no es raro que se promuevan proyectos de Código Penal, como fue propuesto en Brasil, llegando a imponer penas mayores por el abandono de un animal que por el abandono de un niño.
¿Locura? ¿Desvarío?
Mucho más.
Esto forma parte del proceso de rebajamiento de la naturaleza humana, actualmente en curso.
(…) La Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados aprobó recientemente un proyecto que establece castigos increíbles para los hombres en el trato con perros y gatos. Las penas son severas.
Así, quien mate un perro o un gato va a la prisión por el plazo de cinco a ocho años.
Y el régimen de reclusión es el más estricto, reservado para crímenes graves, en los que el criminal no tiene posibilidad de un ablandamiento en un futuro próximo.
¡Es inimaginable que alguien tenga que purgar ocho años tras las rejas porque mató a un gato! Pero hay más.
Sirviendo a un perro en bandeja
Si la persona mató al perro para evitar el contagio de alguna enfermedad transmisible a los humanos, necesita probar de modo “irrefutable” que no existía un tratamiento posible para el animal.
Si no consigue probar esto, su pena aumenta entre 6 y 10 años. El mismo aumento de pena se aplica si el can o el felino fuere muerto con veneno o algún medio cruel.
Pero no es sólo matarlos.
También si deja de prestar asistencia o socorro al perro o al gato que corren peligro grave en las vías públicas, así como en las propiedades privadas, corresponderá una pena de 2 a 4 años de detención.
Tampoco se podrá dejar al animal amarrado con una cuerda o cadena para que no huya de la casa ni ataque a nadie: prisión de 1 a 3 años.
Milagrosa Imagen de la Virgen de Fátima
Imagen de la Virgen de Fátima que lloró milagrosamente en Nueva Orleans, en 1972
En necesario aún proporcionar una alimentación adecuada al animal, puesto que exponer la salud del perro o del gato equivale a una prisión de dos a cuatro años.
Si el agente es propietario o responsable por el animal, todas esas penas serán duplicadas: ¡16 años de prisión porque mató a un gato!
* * *
Esa equiparación, o aún preferencia del animal en relación al hombre constituye un rebajamiento irracional de inconcebible de la naturaleza humana, ya que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.
Rebajarlo de esa forma es profanar la imagen de Dios, es ofender al Creador. ¿A quién le gustaría que la imagen de su propio padre fuera rebajada a nivel de un perro?
¡Esta ofensa al Creador es una de las razones de las lágrimas de la Santísima Virgen!
Gregorio Vivanco Lopes

17 feb 2019

¿Por qué la verdad despierta odio?

¿Por qué existe tanta persecución contra la verdad en el mundo entero?


El odio a la verdad se ha manifestado en Chile
Atentado incendiario de la iglesia de la Gratitud Nacional en Santiago
¿Por qué existe tanta persecución contra la verdad en el mundo entero?
¿Por qué en países donde los católicos constituyen la mayoría absoluta de la población, como es el caso de Chile, hay, sin embargo, tantos ataques a la Iglesia Católica.
Ataques van aumentando
Contenidos
La pregunta no deja de ser oportuna, pues estos ataques no sólo se hacen cada vez más repetidos sino también cada vez más violentos.
Los medios de comunicación ya casi no informan, o si lo hacen es con muy poco destaque, los diversos atentados a imágenes religiosas, profanaciones del Santísimo Sacramento, intentos de incendio, y otras cosas de ese género.
Las puertas del famoso templo de la Gratitud Nacional, ya han sido varias veces quemadas y los vitrales que adornaban sus ventanales han sido quebrados por todo tipo de manifestantes.
Atentados contra imágenes de la Santísima Virgen, no han sido extraños en los últimos años en este País. A esto podemos que sumar los rayados en muros de Iglesias, donde se lee: “la única Iglesia verdadera es la que arde”.
Las persecuciones en otros países
Estos hechos pueden parecer pequeños y casi insignificantes en relación a los que están sufriendo los católicos en países como Siria o Irak, y en general en todos los países islámicos que sancionan con pena de muerte a los musulmanes que se convierten a la Fe católica.
Quizá algún lector nos diga que no existe un paralelo entre los hechos ocurridos en Chile con esto que ocurren en Medio Oriente.
Sin embargo, si bien es cierto que los actos de violencia en Chile no han llegado a esos extremos, la razón no está en que aquellos que los realizan no tengan los mismo deseos destructivos de los fundamentalistas islámicos.
El problema es que, por ahora, las circunstancias para ellos no les son tan propicias. Bastará que estas mismas circunstancias cambien, y se hagan más permisivas las manifestaciones anti religiosas, para ver hasta qué extremos no serán capaces de llegar estos fundamentalistas del ateísmo nacional.
La explicación de este odio
Para entender cuál es la lógica de este odio, le damos la palabra al Profesor Plinio Corrêa de Oliveira, quien escribió en el diario “Folha de Sao Paulo” un artículo sobre el tema.
Ese odio es un prolongamiento histórico de las que sufrió Nuestro Señor Jesucristo
Ciertos hombres odian la verdad por amor hacia aquello que ellos tomaron por verdadero
“Un simpático lector me pide que explique por qué la Iglesia – a pesar de ser quien pregona la verdad – ha sido tan combatida a lo largo de su historia.
“También quiere saber por qué son tan combatidos en nuestros días los católicos que no pactan con los errores del siglo, y se mantienen fieles a la enseñanza inmutable de Nuestro Señor Jesucristo.
“Me parece que el lector podría haber ampliado aún más el campo de su pregunta.
“Las persecuciones hechas contra la Iglesia y los verdaderos católicos de nuestros días, son un prolongamiento histórico de las que sufrió Nuestro Señor Jesucristo.
“¿Cómo explicar que el Hombre-Dios, que es el Camino, la Verdad y la Vida, haya sufrido persecución, hasta el punto de ser crucificado entre dos vulgares ladrones?
“A esa pregunta responde luminosamente uno de los mayores Doctores de todos los tiempos, el gran San Agustín, obispo de Hipona. Reproduzco aquí -adaptándola ligeramente, para mejor comprensión del lector contemporáneo- la enseñanza del Doctor de los siglos IV y V.
San Agustín se pregunta cómo la verdad despierta odio
“Comentando la célebre palabra de Terencio: ‘la verdad engendra odio’, San Agustín pregunta cómo explicar hecho tan ilógico.
“Enunciado así el problema, el santo Doctor pasa a la explicación.
“La naturaleza humana es tan propensa a la verdad que, cuando el hombre ama algo contrario a la verdad, quiere que este algo sea verdadero. Con esto, cae en el error, persuadiéndose de que es verdadero lo que en realidad es falso.
La China comunista continúa la persecución contra los católicos
Los acuerdos del Vaticano con el gobierno chino no ha impedido que éste continúe destruyendo iglesias católicas
“Así, es necesario que alguien le abra los ojos. Ahora bien, como el hombre no admite que se le muestre que se equivocó, por esta misma razón no tolera que se le demuestre cuál es el error en que está. Y el Doctor de Hipona observa:
“¡De esta forma, ciertos hombres odian la verdad por amor hacia aquello que ellos tomaron por verdadero! De la verdad ellos aman la luz; no, sin embargo, la censura a sus equivocaciones.
“Por su deslealtad, tales hombres sufren de la verdad el siguiente castigo: no quieren que la verdad los desvende; y, sin embargo, ella los delata y continúa velada a sus ojos.
“Y así, es de esta manera, es precisamente de esta manera como es hecho el corazón humano. Ciego y perezoso, indigno y deshonesto, se oculta, pero no admite que nada se le oculte.
“Y por esto le sucede que él no consigue huir de los ojos de la verdad, pero la verdad huye de los ojos de él”.
Con estas palabras concluye san Agustín su magistral comentario…
“He ahí, la razón por la cual quien dice la verdad sufre persecución. ¡Y así se explican la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los veinte siglos de historia de la Iglesia!”

fuente